lunes, 14 de septiembre de 2009

Vacaciones con mis padres (Mariana Kaire)

Lucia estaba de vacaciones en Villa Gessel con sus padres, ella estaba muy insegura de ir porque todas sus amigas iban a estar solas o con más amigas.

Sus padres no tenían mucho dinero así que alquilaron un antiguo y armonioso hotel, el padre don Carlos le pidió al conserje las llaves y que le indique como ir hacia la habitación.

Cuando llegamos papá se puso cómodo y empezó a revisar cada lugar de la habitación, yo estaba triste, unas vacaciones con mis padres, que aburrido, ellos no salen, no se divierten, dicen que después de las 11 de la mañana no se puede tomar sol que aburrimiento! suspire, y me fui a dormir.

Al día siguiente me levanto mamá diciendo :Dale nena! Levantate! Dejá de dormir que estás más pálida que una momia, juntá tus cosas que vamos a la playa! Sin más remedio me levanté acomodé mi bolso y me subí al auto.

Cuando llegamos a la playa, mamá fue a comprar comida, papá a alquilar la carpa, ¿y yo?

Yo sola ahí... llena de silencio, sin mis amigos.

A lo lejos veía surfers, sobre todo a uno en especial, era rubio con apariencia salvaje, pero al instante pensé, esos chicos nunca se fijan en una chica como yo, alrededor tenia muchas chicas esbeltas, hermosas y sin sus padres!. Pero no me importo lo seguí mirando unos 5 minutos más, hasta que escuche el grito de mamá:-Nena! Vení dale, y le susurraba a mi padre (ay! Carlos esta chica no hace nada)

Esa tarde me quedé pensando en él, esperanzada en que simplemente me dirigiera la palabra o al menos una sonrisa.

A la mañana siguiente me maquillé, me arreglé y fui a levantar a mis padres, teniendo la esperanza de volver a verlo.

Llegamos a la playa y unas chicas se acercaron invitándome a ir a una fiesta, les agradecí pero les dije que no podía ir, pero mi madre como siempre metiendo las narices insistió en que vaya

Esa noche no tenía que ponerme así que fuimos a comprar ropa a la peatonal, pero como siempre todo lo que a mí me gustaba a mamá no.

Se hizo la hora y llegué a la fiesta, me atendió la misma chica de la playa, diciéndome venií pasa, ponete cómoda.

Los nervios cada vez eran más paralizantes, cuando para terminar de colmar mis nervios veo que entra el chico, lo miro y le sonrió pero ni me registro y atrás entró su chica.

Esa noche me resigné, y salí al patio de la casa a tomar un poco de aire, me senté empecé a cantar y siento que alguien me estaba mirando giro y era él, fumando,

Me dice: perdona no quería molestarte, cantas muy bien yo ya me voy.

A lo que le contesté un gracias, casi sin voz, igual no me molestas, ¿cómo te llamas?

Juan Ignacio respondió, nos quedamos hablando un rato. Hasta que en un momento me dijo por qué estás sola acá, toda la fiesta esta allá adentro, y sin pensar lo que le iba a contestar le dije yo no soy parte de esa fiesta, puede ser muy divertido pero no soy como esas chicas lindas que buscan chicos como vos, perdona me tengo que ir.

Al otro día lo vi en la playa, vino a saludarme y me dijo lucia estas muy equivocada al contario vos sos la clase de chica que buscan los chicos, lo superficial es una máscara que dura poco es mucho mejor lo simple y verdadero, sonreí y fuimos juntos a caminar un rato, ese era mi ultimo di en Villa Gessel ;nos despedimos con un beso de esos de película y me dijo para que siempre me recuerdes, se arranco un collar, una piedra hermosa, suave, yo no tenia nada para dejarle, asi que le pedí que igual me recuerde, me subí al auto de papá y nos fuimos.

Y así terminan mis vacaciones con mis padres, no fue tan terrible al final, además de broncearme y conocer a Juan Ignacio me descubrí un poco más a mí misma.

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